La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) aumentó sus tasas de interés en una cantidad pequeña el 1 de febrero de 2023, lo que marca una continuación de su camino hacia una política monetaria más normal después de años de tasas históricamente bajas. La decisión de la Fed se hizo en un contexto de una economía en fortalecimiento, con una tasa de crecimiento sólida y una disminución del desempleo.
Las tasas de interés son una herramienta clave que utiliza la Fed para regular la economía. Cuando las tasas son más altas, es más caro para las empresas y los consumidores pedir prestado, lo que puede desacelerar la economía. Por otro lado, cuando las tasas son más bajas, es más barato pedir prestado, lo que puede estimular el crecimiento económico.
Desde la crisis financiera global de 2008, la Fed ha mantenido tasas de interés históricamente bajas para estimular la economía. Sin embargo, con la economía en recuperación y una tasa de desempleo en mínimos desde la crisis, la Fed ha comenzado a subir gradualmente las tasas de interés. La subida de tasas de ayer es un paso más en ese camino.
La subida de tasas de interés puede tener un impacto en diferentes aspectos de la economía. Por un lado, puede aumentar el costo de los préstamos hipotecarios y de los préstamos para automóviles, lo que puede desalentar a algunos consumidores a comprar bienes duraderos. Por otro lado, puede aumentar el costo del crédito para las empresas, lo que puede desacelerar la inversión empresarial.
Sin embargo, la subida de tasas de interés también puede tener efectos positivos en la economía. Por ejemplo, puede aumentar la atractividad de los bonos gubernamentales, lo que puede atraer a los inversores a invertir en ellos en lugar de en otros activos, como acciones. Esto puede ayudar a estabilizar el mercado de valores.